miércoles, 23 de febrero de 2011

ISLA DEL TONAL

Vivir los grados pasito a pasito es lo más importante. Tarde o temprano las circunstancias, las mismas que tantas veces nos hicieron callar, nos llevan a asesinar al Maestro, manchándonos con su sangre. Tarde o temprano embarcamos, una vez más, contentos y satisfechos, y a nuestra espalda queda una Troya saqueada y ardiendo. Y tarde o temprano queremos limpiar las huellas de nuestro crimen, o castigar a los culpables, o juzgarles justamente, o escuchar tras la puerta las conspiraciones contra el Maestro, o atravesar los errores con nuestra puntiaguda espada para poder ser felices, en nuestras acciones, con nuestros hijos. Y entonces no sabemos cómo hacerlo, porque no lo hemos aprendido ni comprendido ni trascendido, ni nada de nada. Tampoco nos enseñaron a matar ni a saquear, pero lo hicimos. Amargas nuestras uvas y ácimo nuestro pan.

(Alberto Picón, El privilegio de ser contemporáneo de la rosa, Moguer, 1917)