jueves, 4 de octubre de 2012

DIÁLOGO






“… y el otro, después de sentir complacido y paciente las aventuras de su labio, de vivir marginalmente el gusto escalofriante de quedar a merced del amado y de empezar a intuir por primera vez en su vida lo atractivo que sería rendir valerosamente no solo su labio sino todo su cuerpo a la compasión de su amante y que esa zona entre el cariño y la compasión es el lugar más oscuro y más profundo del amor, le hacía lo mismo al otro, y justo en ese instante las lenguas moviéndose impacientes en el interior de nuestras bocas, encontrándose veloces entre los dientes, nos recordaban ese lado del amor que no tiene que ver con la violencia sino con la dulzura, los abrazos y el tacto.”
(Orhan Pamuk, El museo de la inocencia, Mondadori, Barcelona, 2009)

"Salir del paraíso es más difícil que salir del infierno. Las puertas están abiertas, no hay que luchar. Pero no queremos irnos. Bastaría la voluntad de hacerlo, pero no queremos. No nos ata, somos libres y felices, pero no queremos.
Y sin embargo, también del paraíso hay que salir. Infierno y paraíso son dos etapas en la Vía, pero son solo eso, etapas. No son la plenitud. El paraíso no es la plenitud. Hay que dejarlo, también."
(Michael Ring, Estudios sobre La Comedia, Aschaffenburg, 1759)